martes, abril 27, 2010

Pequeños plagios de la vida cotidiana

Nunca me gustó Alice in Chains, no sé, no es mi onda. De todas formas, haciendo zapping, me encontré con el video de una canción de su último álbum, y lo dejé. En menos de un minuto me di cuenta que sonaba parecida a otra canción, de la banda de sonido de Irreversible (película que te pone los nervios de punta y te saca de tu estado de comodidad).

El video de AIC


La canción que Thomas Bangalter (que forma parte del dúo francés Daft Punk) compuso para Irreversible:


Si no notan las semejanzas, están sordos/as. Sepanló. Y vayan pidiendo turno a su otorrinolaringólogo/a de confianza.


martes, abril 13, 2010

Tú eres mi obsesión

En las últimas semanas me he dado cuenta que tengo una pequeña obsesión con el café con leche con medialunas.

Podría ser peor.

viernes, abril 02, 2010

The Good, the Bad and the Ugly



The Good

Levantarse temprano e ir a la playa. El olor a mar. El olor a ajo friéndose al mediodía. Lograr no ser tan neurótica. Alcanzar un estado de felicidad constante. No levantarme de mal humor. Cocinar más. Caminar más. Cantar más. 

Tomar una cerveza bien barata en el boteco de la esquina e intentar varias veces pronunciar correctamente "Skol". No, no es /sscol/. Sonreír. Que me sonrían. Sin ninguna razón. Las caipirinhas.

Aprender a sambar. Contagiarme un poco esa fascinación por mover los pies apenas una samba comienza a sonar. Emocionarme con determinadas canciones. Casi casi como si las hubiese escuchado toda mi vida.

Viajar sola. Salir sola. Comer sola. Caminar sola. Y también: viajar con amigos, salir con amigos, comer con amigos, caminar con amigos.

Año nuevo. Y en febrero, carnaval.

Absoluta libertad.

The Bad

Mi presupuesto y las miles maneras que Río tenía para atentar contra él. Mis ausentes ganas de trabajar.

The Ugly

Volver, y ver los miles de rostros sin sonrisas que transitan las calles de Buenos Aires. 
Volver, con la frente marchita y sin ninguna playa a donde escaparse, sin ningún mar para zambullirse.
Volver, y ver a toda esta gente moderna que ni se imagina de la libertad de la que se está privando.
Volver, y encontrar el kilo de limas a veinte pesos.