miércoles, septiembre 30, 2009

The world is a handkerchief. Parte IV.

Más pruebas contundentes de que el mundo es un pañuelo (y de los chicos):

- Que te mande un mensaje de texto una amiga para avisarte que en dos días llega a la ciudad. Y al día siguiente encontrarte a su madre y hermana en el medio de la Av. 9 de Julio.
- Estar en el subte, y ver de reojo los papeles que está leyendo la persona que está sentada al lado tuyo, y darte cuenta que la firma que te estaba pareciendo familiar es, efectivamente, la de un ex-compañero de laburo.
- Estar mirando fotos de una amiga en otra ciudad en Facebook y verla con alguien a quien vos conociste un tiempo antes.
- Vivir en Buenos, pero estar de viaje en Tandil y allí conocer a un chico que te dice que es de Jacinto Arauz, y que cuando intenta explicarte dónde queda le decís que no es necesario, que sabés, y que es más, conocés a alguien de ahí. Claro, él te pregunta a quién. Y vos le decís que a la novia de uno de tus mejores amigos, que resulta ser la hermana del novio de su hermana (es decir, son concuñados).

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