-Ok. - Levantó su mano derecha, apoyó su mano izquierda sobre una Guía T que había sobre el mostrador - Juro solemnemente cuidarlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte nos separe.
- Grandioso - dijo el albino, emocionado. Siempre le gustaron este tipo de acontecimientos.
Luego salió del local, con su celular rodeado por un hilito rojo, bien finito. Y un hilito igual en su dedo anular izquierdo.
Pero el celular sigue andando mal.
- Ya mejorarán las cosas y si no, terapia. - piensa.
No se imagina que su aparatejo/pareja, ya tiene planes hechos para él.
domingo, marzo 12, 2006
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