martes, noviembre 25, 2008

Sueños Recurrentes

Mi cumpleaños se acerca - de nuevo, sí, ya sé, menos mal que sigue sucediendo todos los fines de noviembre - y empecé anticipadamente mi balance de fin de año.
Aunque ahora que lo pienso, mis últimos meses fueron un constante balanceo. Balanceo entre opciones. Balanceo entre decisiones. Que me voy que me quedo. Que quiero, que no quiero. Qué quiero, qué no quiero. Hamacándome, tratando de definir qué quiero hacer con mi vida.
Al final, parece que las cosas se fueron dando solas, y acá estoy. Acá. No allá. Acá.
¿Trabajo nuevo, vida nueva? Puede ser.
Quiero una nueva vida acá.
¿Quiero una nueva vida acá?
Pensé que si buscaba qué significaba el 27 en la quiniela iba a resolver el misterio que encierra a mi futuro cercano. Pero no. Es el peine. Que de todas maneras, algún sentido tiene, ya que vivo despeinada. Quizá si empiezo a peinarme todo se resuelva.
No, no creo.
Entonces pienso que empiezo a transitar los 28 (pensamiento de lo más deprimente, debo reconocer), que son las estrellas. Tal vez mirando al cielo encuentre la respuesta que estoy buscando.
Estrellita, estrellita, ¿dónde está mi felicidad escondida?













Pfff, da ocupado, parece que no soy la única boluda buscando lo mismo.




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