Si resulta necesario suspender la discusión de algunos proyectos de ley hasta que asuman los legisladores electos en los últimos comicios, yo me pregunto: ¿es que acaso los legisladores que están actualmente ocupando sus bancas no tienen legitimidad para tratar, debatir, sancionar leyes? Si es así, se debería considerar la posibilidad de suspender la actividad del congreso hasta diciembre u organizar las cosas de tal manera que los nuevos legisladores electos asuman al otro día de los comicios.
Mientras tanto, los proyectos de ley deben ser tratados, ya que, hasta donde sé, los legisladores que están este momento en el Congreso tienen facultados para hacerlo (y en definitiva están recibiendo un sueldo para eso). Ya sea un proyecto para declarar monumento histórico un edificio o para declarar la emergencia agropecuaria en alguna zona de la provincia de Buenos Aires (ah, ¿qué, para eso sí vale la conformación actual de las cámaras?), ya sea un proyecto sobre medios.
Basta de excusas. Basta de llorar.