Hace unos años hablé del potencial carácter de inmortal que caracteriza a todo ser humano. Últimamente vengo pensando, por el contrario, en el carácter finito que tiene el ser vivo y en frases tan trilladas como "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".
Creo que porque todos tenemos esa fantasía de longevidad, vamos postergando cosas o pensamos que tendremos más tiempo para hacerlas.
Por lo que me surgió la pregunta ¿Cómo sería el mundo si cada uno viviera como si fuese su último día sobre la tierra? O su última semana, o su último mes...
Seguirían algunos peléandose por fútbol en el barrio de la esquina, dejarían otros de pasar horas y horas en twitter o en facebook, usaría la gente sus ahorros para comprarse esos electrodomésticos innecesarios o usaría ese dinero para ir a ese destino exótico con el que siempre fantasearon...? Los corruptos, ¿utilizarían sus potenciales últimas horas hábiles de vida en robar o aprovecharían su vida de una manera mucho más sana para todos?
¿Estaría yo trabajando donde estoy trabajando, viviendo donde estoy viviendo, haciendo lo que estoy haciendo, pensando lo que estoy pensando?
Quizás no, y entonces, tal vez tendría la ínfima posibilidad de poder conciliar el sueño sin tantos problemas.