jueves, enero 06, 2005

El sí de las niñas

Podría haber dicho que sí.
Eso hubiese sido más sencillo.
Se hubiera ahorrado la insistencia desmedida y los reproches inagotables.
Podría haber dicho que sí.
Pero no.
Dijo que no.
Dijo que nunca.
Dijo que ni muerta.
Y las ganas de decir que sí fluyeron.
Quería decir que sí.
Quería decir que siempre.
Quería decir hasta la muerte, y aún más.
Pero no.
Ya era tarde.
Había dicho que no.
Y no podía volver hacia atrás.

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