miércoles, julio 20, 2005

La verdad de la milanesa

Hace muchos años atrás, la archiconocida "Garota de Ipanema" tenía problemas económicos.
Su "boliche" (y con boliche me refiero a sucucho de mala muerte, mal iluminado y con uno que otro producto desparramado en una góndola torcida) conocido como la "Botica de Panema" (1) estaba cerca de la quiebra.
La Garota se pasaba horas, escuchando rock progre (nunca le había gustado la bossa) y tratando de idear maneras de zafar la situación.
Se había encariñado con el localcito y no tenía ganas de cerrarlo.
Fue entonces cuando se iluminó. Llamó a su amiga de bares en la adolescencia (la Garota hace una década que dejó de ser garota) y le pidió un favor.
Jeannie ya estaba algo baqueteada. Hacer de bella genio todos los días, llevaba más trabajo de lo normal, pero tener un novio astronauta le gustaba.
Jennie le dijo que no iba a haber problema.
Habló con su novio y le comentó el problema de su vieja amiga.
Él dudó, pero no podía resistirse a su chica, así que accedió.
Para convencer a sus superiores , les explicó lo beneficioso que podía ser para todos, una noticia mundial de ese tenor.
En un par de semanas, se dio a conocer la noticia de que el hombre había llegado a la Luna . Consecuentemente, se declaró el 20 de julio como el día del amigo y el negocio de Garota, se llenó de gente para comprar regalitos.
"La Botica de Panema" se fue para arriba e incluso abrió sucursales.
Ahora está de nuevo en decadencia (la situación económica nacional no ayuda). Pero bueno, este es otro tema.


(1) Regalería clásica bahiense (2) que vende todo tipo de chucherías (muñequitos, adornitos, tarjetitas y todos los "itos/as" que os venga a la mente)

(2) Bahiense: dícese del oriundo de Bahía Blanca (Prov. de Buenos Aires, Argentina)

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