¿Es Ud. feliz?
a) Sí
b) No
c) ¿Qué es la felicidad?
Los invito a explayarse si lo consideran pertinente.
jueves, septiembre 18, 2008
martes, septiembre 16, 2008
Fall '08
Hoy me levanté con la impresión de haber soñado que mi papá me mandaba un mensaje de texto diciéndome que Rick Wright había fallecido.
El sueño no me gustó nada. Y me fui a trabajar.
Cuando llegué, abrí mi mail y me di cuenta que no lo había soñado. Revisé mis mensajes y efectivamente ahí estaba.
No, lamentablemente, no había sido un sueño.
Acá les dejo un par de temas compuestos por él, de Pink Floyd, entre los cuales está Summer 68 que es una de mis canciones preferidas.
El sueño no me gustó nada. Y me fui a trabajar.
Cuando llegué, abrí mi mail y me di cuenta que no lo había soñado. Revisé mis mensajes y efectivamente ahí estaba.
No, lamentablemente, no había sido un sueño.
Acá les dejo un par de temas compuestos por él, de Pink Floyd, entre los cuales está Summer 68 que es una de mis canciones preferidas.
miércoles, septiembre 10, 2008
Desde acá puedo decirte que no se ve mucho.
Que hace rato que no hablo con nadie.
Y que todos los días parecen nublados.
Que los ojos parecen ser llorosos.
Pero no llorosos como los de Valeria, que se ríe.
Que el telefóno no suena.
Y cuando suena, es equivocado.
Que el otoño parece no irse.
Y apenas puedo vislumbrar un par de árboles hamacándose.
Que los vasos siempre están vacíos.
Y que las copas de vino nadie las usó.
Que el tiempo pasa de otra manera.
Y que las horas tienen otro ritmo.
Que los segundos duran más.
Y que por eso no sé si llamarlos segundos.
Y que en realidad poco importa mucho.
Porque acá no se ve nada.
Que hace rato que no hablo con nadie.
Y que todos los días parecen nublados.
Que los ojos parecen ser llorosos.
Pero no llorosos como los de Valeria, que se ríe.
Que el telefóno no suena.
Y cuando suena, es equivocado.
Que el otoño parece no irse.
Y apenas puedo vislumbrar un par de árboles hamacándose.
Que los vasos siempre están vacíos.
Y que las copas de vino nadie las usó.
Que el tiempo pasa de otra manera.
Y que las horas tienen otro ritmo.
Que los segundos duran más.
Y que por eso no sé si llamarlos segundos.
Y que en realidad poco importa mucho.
Porque acá no se ve nada.
domingo, septiembre 07, 2008
Cinquième Acte - Scène VII
Roxane entra en escena. Es la habitación del convento donde hace ya mucho tiempo habita.
La habitación es sencilla. Una cama simple, un escritorio, una silla y un espejo ovalado de pie, muy alto.
Roxanne viste de negro, como la última vez que vio el rostro de Cyrano.
Se escuchan las campanadas del convento. Cyrano ya no está.
Se arrastra hasta su cama, se saca el manto de encaje que cubre su cabeza y se acerca hasta el espejo.
Contempla su rostro y solloza.
Nunca se consideró presumida, pero siempre estuvo al tanto de su belleza. ¡Tantos poetas habían escrito odas a su rostro!
Adorada por tantos, ella había decidido entregarse a Christian. Y ahora, tanto tiempo después, se da cuenta de lo equivocada que había estado. A Christian lo había querido, sí. Pero a Cyrano lo había amado. Sin saberlo.
Nunca lo vio como a alguien posible de amar de otra manera que no fuera familiar. Y ahora ya era demasiado tarde.
¡Había sido tan tonta! ¡Ahora es tan tarde!
Culpa de su belleza.
Enceguecida por su propia belleza.
Por la belleza de Christian.
Enceguecida, pensando que iba más allá de las apariencias.
Pensando que eran sus palabras las que la habían enamorado.
Y no.
Y ahora es demasiado tarde.
Cyrano ya no está.
Enfurecida, cierra sus pu os. Clava sus uñas en la palmas. Quiere sufrir.
Más, aún más.
Es como despertarse después de años de sueños profundos.
Enfurecida, grita "¡¿por qué?!" y con el puño derecho cerrado y adolorido, golpea el espejo, que se raja todo, como una fina capa de hielo en el lago congelado.
Enfurecida, toma la parte superior del espejo, lo empuja y hace estrellarlo contra el piso.
Los trozos de espejo se han dispersado, ve su imagen entrecortada, se ve reflejada en distintas partes del suelo.
Enfurecida, al verse multiplicada, toma uno de los pedazos de espejo, con su puño lastimado, con pequeñas medialunas ensangrentadas, termina de cortarse.
Enfurecida, acerca el espejo hasta la altura de su rostro. Y observa su rostro envejecido pero aún bello. Por última vez.
Ya no más.
Ya no más belleza.
La habitación es sencilla. Una cama simple, un escritorio, una silla y un espejo ovalado de pie, muy alto.
Roxanne viste de negro, como la última vez que vio el rostro de Cyrano.
Se escuchan las campanadas del convento. Cyrano ya no está.
Se arrastra hasta su cama, se saca el manto de encaje que cubre su cabeza y se acerca hasta el espejo.
Contempla su rostro y solloza.
Nunca se consideró presumida, pero siempre estuvo al tanto de su belleza. ¡Tantos poetas habían escrito odas a su rostro!
Adorada por tantos, ella había decidido entregarse a Christian. Y ahora, tanto tiempo después, se da cuenta de lo equivocada que había estado. A Christian lo había querido, sí. Pero a Cyrano lo había amado. Sin saberlo.
Nunca lo vio como a alguien posible de amar de otra manera que no fuera familiar. Y ahora ya era demasiado tarde.
¡Había sido tan tonta! ¡Ahora es tan tarde!
Culpa de su belleza.
Enceguecida por su propia belleza.
Por la belleza de Christian.
Enceguecida, pensando que iba más allá de las apariencias.
Pensando que eran sus palabras las que la habían enamorado.
Y no.
Y ahora es demasiado tarde.
Cyrano ya no está.
Enfurecida, cierra sus pu os. Clava sus uñas en la palmas. Quiere sufrir.
Más, aún más.
Es como despertarse después de años de sueños profundos.
Enfurecida, grita "¡¿por qué?!" y con el puño derecho cerrado y adolorido, golpea el espejo, que se raja todo, como una fina capa de hielo en el lago congelado.
Enfurecida, toma la parte superior del espejo, lo empuja y hace estrellarlo contra el piso.
Los trozos de espejo se han dispersado, ve su imagen entrecortada, se ve reflejada en distintas partes del suelo.
Enfurecida, al verse multiplicada, toma uno de los pedazos de espejo, con su puño lastimado, con pequeñas medialunas ensangrentadas, termina de cortarse.
Enfurecida, acerca el espejo hasta la altura de su rostro. Y observa su rostro envejecido pero aún bello. Por última vez.
Ya no más.
Ya no más belleza.
jueves, septiembre 04, 2008
El hijo de la esencia
Pueden comprobarlo, acá
Cómo terminé leyendo eso, no es - citando a Mariana Zucchi - el kid de la cuestión.
Hace dos jueves, fui a la Castorera. Y ahí descubrí Onda Vaga.
Debo reconocer que no soy muy seguidora de la movida musical local - más allá de mi apoyo incondicional a verdeoscuro -, pero la verdad es que quedé encantada.
Por supuesto, la ambientación ayudó: todo el lugar en silencio, la gente cómoda, esparcida - aunque no tanto, el lugar estaba lleno - y sumergida en casi una absoluta oscuridad, y el casi dado por un par de velas en el sector que funcionaba como escenario.
Es difícil definir al grupo. Quizá lo que más me haya gustado, es que no sonaron ni argentinos, ni colombianos, ni españoles. Sonaron latinoamericanos. Si es que existe un sonido, una música, que permita tener esa etiqueta. Que ni siquiera es una etiqueta, es un elogio.
La verdad, es que el disco que han sacado "Fuerte y Caliente", no sé dónde se puede conseguir.
Mientras tanto, pueden chusmear un poco más en el myspace de la banda (la casa recomienda: me pega fuerte y sequía de amor) y a ver/oir/disfrutar!
Ir al baile
Debo reconocer que no soy muy seguidora de la movida musical local - más allá de mi apoyo incondicional a verdeoscuro -, pero la verdad es que quedé encantada.
Por supuesto, la ambientación ayudó: todo el lugar en silencio, la gente cómoda, esparcida - aunque no tanto, el lugar estaba lleno - y sumergida en casi una absoluta oscuridad, y el casi dado por un par de velas en el sector que funcionaba como escenario.
Es difícil definir al grupo. Quizá lo que más me haya gustado, es que no sonaron ni argentinos, ni colombianos, ni españoles. Sonaron latinoamericanos. Si es que existe un sonido, una música, que permita tener esa etiqueta. Que ni siquiera es una etiqueta, es un elogio.
La verdad, es que el disco que han sacado "Fuerte y Caliente", no sé dónde se puede conseguir.
Mientras tanto, pueden chusmear un poco más en el myspace de la banda (la casa recomienda: me pega fuerte y sequía de amor) y a ver/oir/disfrutar!
Ir al baile
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recomendación musical
miércoles, septiembre 03, 2008
La pregunta del millón
Nene tonto, en su blog posteó el video.
Y Botona, unos días antes, había posteado esto.
No puedo evitar encontrar una relación entre ambos.
Tampoco puedo evitar sentir una cierta nostalgia o amargura.
Que no puedo explicar.
La pregunta que me surge, es:
¿por qué esa necesidad de ser queridos?
¿por qué esa necesidad de ser los primeros en el pensamiento de alguien?
¿es algo cultural?
¿es algo instintivo?
Y terminaron siendo varias mis preguntas.
martes, septiembre 02, 2008
Algunas reflexiones sobre Bahía Blanca*
- Hay muchos edificios nuevos, de esos nuevos de tres pisos, con colores claros.
- La gente hace uso y abuso de la joggineta. En particular, las mujeres, que usan jogging más allá de los razonables fines deportivos. Y no cualquier jogging: Cover o Melón.
- Por alguna razón que nunca podré entender, dar vueltas con el auto alrededor de la plaza Rivadavia un domingo por la tarde, parece un buen plan.
- El edificio de la UNS en Alem, es lindo, lindo, lindo.
- No así el edificio prefabricado de Palihue.
- Quisiera averiguar quién fue el ser humano con pésimo gusto que diseñó el bulevar de Av. Alem al fondo.
- También quisiera saber quién aprobó la obra.
- La nueva estación de bondis, para cuándo?
- El bahiense típico, seguirá siendo igual por los años de los años, amén. No hay caso. Siguen mirando mal cuando tenés puesto algo "raro" y cuando decidís no seguir el mandamiento del que hablé en segundo lugar.
- Mi esperanza se renueva con la aparición de proyectos super interesantes.
- Cada vez hay más gente joven (o simplemente soy yo, dejando de serlo).
- Sin lugar a dudas, lo mejor de Bahía Blanca, son mis amigos.
*reflexiones hechas durante mi última breve estadía allá.
Hay pocas cosas que me hagan querer tanto a Buenos Aires como llegar a la ciudad, subirme a un bondi en Retiro, encontrarme con un cielo nublado, olor a lluvia y las calles transitadas, de gente que va a laburar, muchas veces sin conciencia de la hermosa ciudad en la que viven.
Un día porteño de bienvenida.
Un día porteño de bienvenida.
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