martes, septiembre 02, 2008

Hay pocas cosas que me hagan querer tanto a Buenos Aires como llegar a la ciudad, subirme a un bondi en Retiro, encontrarme con un cielo nublado, olor a lluvia y las calles transitadas, de gente que va a laburar, muchas veces sin conciencia de la hermosa ciudad en la que viven.

Un día porteño de bienvenida.

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