Si gula es tomar entre amigos demasiados vasos de vino blanco frutado en una noche estrellada griega, o disfrutar casi en soledad de una viennoise, o comer la mejor picada de buenos aires sin ningún atisbo de culpa, o sentir la necesidad de comer algo dulce después de cenar (y satisfacerla), o hacer un picnic sólo con quesos ricos y jamón con pan, mucho pan, y nutella de postre, o comer papas fritas acompañando una cerveza...Si gula es comer todo eso sin necesariamente tener hambre, acepto tranquila mi condena al infierno. Total, ¡no creo en su existencia!
miércoles, agosto 12, 2009
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