miércoles, junio 08, 2005

Sabor Frutilla

Jorge se puso violento. Apreciaba (dentro de lo que el considera manifestación afectuosa) a Fernando, y esto tenía sabor a traición. Y a Colgate.
Pero no podía moverse, todavía estaba atónito por lo que había pasado. ¡Se había besado con un hombre!
Corrección: lo había besado un hombre.
¿Qué pensarían sus compañeros conservadores del partido?
Como no hacía nada, Fernando se despachó con una declaración de amor, digna de un dramón de los años 40.
Todos los que estaban cerca de ellos, seguían la escena con atención. Estaban esperando la represalia. Tenía que haber represalia.
Daniel, se había levantado de su banqueta y se había acercado al lugar de los acontecimientos, para ver qué era lo que había hecho que se silenciara mitad del bar. Y de paso, relojear de cerca a Lucy.



Hace unos minutos, esto sucedía

Publicar un comentario