jueves, septiembre 15, 2005

¡FELICES PASCUAS!

Estaba pensando en ... [barra espaciadora] Algo la distrajo, pero no logra detectar qué.

Sigue pensando en... [barra espaciadora] De nuevo pierde el hilo de sus pensamientos. ¿Quién o qué se atreve a interrumpir a una mente en trabajo? [barra espaciadora]
Agudiza sus sentidos. Tiene que descubrirlo. Repasa mentalmente todos los sonidos del lugar [barra espaciadora].

Hay algo que está sobrando, ¡¿pero qué?! [barra espaciadora] ¿Qué? [barra espaciadora]

No, no es un olor [barra espaciadora], ni una presencia [barra espaciadora]. Es un ruido. Pero... [barra espaciadora] [barra espaciadora][barra espaciadora]

Ya identificó el maldito ruido. [barra espaciadora]

Se da vuelta. Y lo ve. [barra espaciadora] Escribiendo, mientras mira su teclado. [barra espaciadora].

Una palabra y el sonido.
[barra espaciadora]. Una y otra vez [barra espaciadora], parece no terminar.

¿Qué le dice?

- Eh...Disculpame- el sonido se detendría, porque claro él se detendría, todavía no puede hablar y escribir a la vez - Eh...sí. Podrías no hacer del acto de teclear un round de box con el pobre teclado?

Sino, podría [barra espaciadora] decirle algo [barra espaciadora] así:

- ¿Qué tal si tratás con más cariño al teclado?

O [barra espaciadora]:

- ¿Es absolutamente necesario que escribas así?

Claro que ella se va poniendo nerviosa [barra espaciadora] y él parece tener que transcribir [barra espaciadora] la Historia Sin [barra espaciadora] Fin.

El sonido le golpea el oído [barra espaciadora], el cerebro una y [barra espaciadora] otra vez. Es la primera vez que [barra espaciadora] percibe el sonido de un teclado de manera tan [barra espaciadora] intensa. Es él.

Él y sus [barra espaciadora] dedos torpes. Lo mira [barra espaciadora] y lo detesta. Y parece [barra espaciadora]que al verlo mientras [barra espaciadora] escribe el sonido se intensifica. Mira [barra espaciadora] su propia pantalla. Tiene [barra espaciadora] que [barra espaciadora] decirle algo [barra espaciadora].

- Ese teclado tendría que conseguir una orden de restricción en contra tuya.

Sería un comentario [barra espaciadora] ideal, pero no puede. Tiene que ver [barra espaciadora] su torpe cara, digo torpes dedos, [barra espaciadora] de lunes a viernes.

Piensa [barra espaciadora] que una buena venganza [barra espaciadora] por el sufrimiento que les está [barra espaciadora] haciendo pasar (al teclado y a ella) sería darle con un teclado en la cabeza.

Y parece
[barra espaciadora] no parar. ¿Le ofrezco pasarlo yo [barra espaciadora] y que el me dicte?

En este momento [barra espaciadora] no puede tenerlo a menos [barra espaciadora] de un metro distancia. Es intolerable[barra espaciadora]. Lo empieza a odiar [barra espaciadora].

Su horario de trabajo concluye y respira aliviada por saber que en segundos la tortura auditiva concluye. Pero sabe que mañana será igual y que debe encontrar una solución a este problema.

Se le viene a la cabeza, durante unos segundos, una escena de la película "Casino" que involucra un martillo. Es demasiado.

Cuando llega a su casa, se conecta y encuentra la solución.

¡FELICES PASCUAS!

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