Gracias a mi insomnio incólume, pude ver como fue aclarando el cielo.
Con la cabecera de mi cama de espaldas a la ventana, vi como la luz fue entrando en mi habitación a través de la ventana que dejé abierta.
De a ratos, llevaba mi cabeza hacia atrás, casi tocando con mi frente la almohada para ver el cielo.
Después me di vuelta para estar más cómoda. Estaba nublado y el cielo se veia rojo.
Preferí pensar que era una cuestión climática más que mera contaminación. Y vi como el cielo se fue abriendo. Como se fue despejando. Y yo sin poder dormir.
Traté de encontrar formas en las nubes, pero nada. No hay caso, cuando más intento ver algo menos veo. Ceguera a capricho.
Con la cabecera de mi cama de espaldas a la ventana, vi como la luz fue entrando en mi habitación a través de la ventana que dejé abierta.
De a ratos, llevaba mi cabeza hacia atrás, casi tocando con mi frente la almohada para ver el cielo.
Después me di vuelta para estar más cómoda. Estaba nublado y el cielo se veia rojo.
Preferí pensar que era una cuestión climática más que mera contaminación. Y vi como el cielo se fue abriendo. Como se fue despejando. Y yo sin poder dormir.
Traté de encontrar formas en las nubes, pero nada. No hay caso, cuando más intento ver algo menos veo. Ceguera a capricho.