Pasó en esa época en la que lo peor que te podía pasar era tener una abuela fanática al merthiolate, caerte, tener un raspón en la rodilla y que todo esto sucediera en la vereda de su casa.
Pasó en esa época donde lo más era poder salir a la noche después de cenar, en el verano, a jugar a la escondida.
Pasó en esa época donde podías oler en las manos de las mujeres mayores el aroma de la crema ponds cuando te tocaban la cabeza al pasar.
Pasó en esa época donde ir a hacer los mandados, cruzando calle de por medio, era la sensación de grandeza del día.
Entre ese sinfín de sensaciones que es la infancia fue donde pasó: La Humanidad pasó.
sábado, septiembre 17, 2005
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