Ay.
lunes, enero 18, 2010
Hasta qué punto es algo positivo tener esa incesante necesidad de conocer lugares y cosas nuevas, me pregunto. Y me pregunto, hasta qué punto está bien sentir curiosidad por lo que no estamos viendo, oliendo, sintiendo, conociendo.
Etiquetas:
terapia carioca,
viajes
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