miércoles, mayo 11, 2005

Acordeón

También con problemas automotrices, Fernando está manejando el fitito, ansiando llegar.
Un aire de valentía lo inundó y quiere aprovechar la corriente. Es hoy o nunca. Y "nunca" es una palabra que detesta.
Así que hoy.
Hoy...- se dice en voz baja. Pero es interrumpido por un auto que lo choca por atrás.
Tarda en reaccionar.
Cuando toma consciencia de lo que sucedió, se baja del auto y ve como un Fiat Uno azul metalizado tiene su trompa prácticamente metida en el motor del pobre fito, que parece un acordeón. Un acordeón pequeño, claro.
El morocho del Uno intenta esbozar una excusa, pero la verdad es que sabe que fue culpa suya: venía muy distraído pensando en el episodio que había vivido hacia un rato.
Fernando no se enoja. Intercambia datos del seguro con el otro y sin decir mucho, para un taxi que pasaba y se va, dejando el auto en el medio de la calle, destrozado.
El morocho se queda enmudecido, atónito, tratando de recapitular lo que acaba de pasar en la última hora...Y tratando de pensar una excusa...Su esposa definitvamente lo va a matar.


Fernando "apareció" por primera vez, acá.

Y hace un rato, acá.

Publicar un comentario