martes, marzo 31, 2009
lunes, marzo 30, 2009
domingo, marzo 22, 2009
Curita
Me lastimé la rodilla. Se armó una cascarita, muy fina, no tan oscura como hubiese esperado. Pero no duró mucho. Ni siquiera un día. Y ahí estaba, el manchón blanco sobre la rodilla bronceada. No pude evitar pensar lo que siempre pienso cada vez que me lastimo...¿quedará así por siempre? ¿Será esta una herida de batalla que perdurará en mi piel hasta que envejezca? Y cuando la piel vaya poniéndose más fina, se vaya transparentando, vaya perdiendo su firmeza, ¿todavía allí se seguirá notando? ¿Me acordaré en ese momento cómo terminó ese manchón impregnado en mi pierna derecha? ¿Me acordaré que en algún momento divagué unas líneas al respecto? ¿O es el hecho de que este escribiendo esto lo que me hará recordar dentro de unos cincuenta años que me lastimé la rodilla y la cáscara no duró ni un día?
¿Qué pasará en los próximos cincuenta años - si es que estos cincuenta años transcurren para mí - que defina cuáles serán los recuerdos que serán - justamente - recordados?
¿Qué pasará en los próximos cincuenta años - si es que estos cincuenta años transcurren para mí - que defina cuáles serán los recuerdos que serán - justamente - recordados?
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lunes, marzo 16, 2009
Pena de Muerte for Dummies (o Apuntes sobre la factibilidad de la pena de muerte en Argentina)
El sistema jurídico puede imaginarse como una pirámide. En el sistema jurídico argentino se encuentran en el vértice superior la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos.
¿Por qué están esos tratados a la misma altura que nuestra Constitución?
En la reforma constitucional de 1994, se incorporó el inciso 22 al artículo 75 (antes artículo 67) que dice:
(Corresponde al Congreso) “Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.”
La negrita es mía. Y lo que está primeramente resaltado es la Convención conocida como muchos como Pacto de San José de Costa Rica (PSJCR).
¿Qué dice el PSJCR sobre el derecho a la vida, y en especial, qué dice con relación a la pena de muerte?
El PSJCR en su artículo 4.1 establece que toda persona tiene derecho a que se respete su vida.
Y luego, reconoce la excepción a este principio de respeto por la vida del ser humano, que viene a ser la pena de muerte. Y con respecto a esto establece – entre otras cosas – que:
a) En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente. (Inciso 2)
b) No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido. (Inciso 3)
¿Qué quiere decir esto?
Que una vez que un país suscribió el Pacto, si al momento de hacerlo ya había abolido la pena de muerte, no hay posibilidad de que la reinstaure.
Y que, si la pena de muerte - al momento de adherir o ratificar el Pacto - se encontraba aún contemplada para algunos delitos, podrá seguir vigente sólo para esos delitos. Queriendo significar esto, que no se podrá penar de esta manera nuevos delitos, o delitos ya creados que tenían una pena diferente.
¿Y no hay pena de muerte en Argentina? ¿Para nada?
El Código Penal Argentino establece cuatro tipos de penas: reclusión, prisión, multa e inhabilitación (Art. 5). Es decir, no contempla la pena de muerte.
La pena de muerte estuvo contemplada, sí, en el Código de Justicia Militar, que fue recientemente derogado por la Ley 26.394.
Por lo que se puede afirmar que no, no hay norma que prevea la pena de muerte.
¿Y entonces?
Y entonces, para poder prever el homicidio por parte del Estado de una persona por la comisión de un delito, es necesario denunciar el Pacto de San José de Costa Rica.
¿Denunciar?
Sí, no te entusiasmes. Esto no significa que el Pacto pueda ir preso, o que lo puedas enviar a la silla eléctrica.
Que un estado pueda denunciar un tratado significa que unilateralmente el Estado puede retirarse del tratado internacional.
¡Ah, buenísimo! ¿Dónde tenemos que hacer la denuncia?
No, las cosas no son tan fáciles. En el caso del PSJCR, el estado denunciante tiene que dar un preaviso de un año, informándole al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
¡Una pavada!
No, porque eso no es todo. En el inciso 22 del artículo 75 que transcribí anteriormente, dice en la última parte que para denunciar un tratado de este tenor por parte del Poder Ejecutivo Nacional, se necesitará antes la previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara
Y bueno, apretamos a los senadores y a los diputados, al poder ejecutivo, y vamos hacemos la denuncia, esperamos un año y modificamos el Código Penal para que todos los delitos tengan la pena de muerte, en especial cuando la víctima tiene como máximo dos grados de separación con un famoso y listo.
Mmmm…. Antes habría que analizar las repercusiones internacionales de denunciar un Pacto de este tenor. Que serían muchas. Y extremadamente negativas.
Y que, si la pena de muerte - al momento de adherir o ratificar el Pacto - se encontraba aún contemplada para algunos delitos, podrá seguir vigente sólo para esos delitos. Queriendo significar esto, que no se podrá penar de esta manera nuevos delitos, o delitos ya creados que tenían una pena diferente.
¿Y no hay pena de muerte en Argentina? ¿Para nada?
El Código Penal Argentino establece cuatro tipos de penas: reclusión, prisión, multa e inhabilitación (Art. 5). Es decir, no contempla la pena de muerte.
La pena de muerte estuvo contemplada, sí, en el Código de Justicia Militar, que fue recientemente derogado por la Ley 26.394.
Por lo que se puede afirmar que no, no hay norma que prevea la pena de muerte.
¿Y entonces?
Y entonces, para poder prever el homicidio por parte del Estado de una persona por la comisión de un delito, es necesario denunciar el Pacto de San José de Costa Rica.
¿Denunciar?
Sí, no te entusiasmes. Esto no significa que el Pacto pueda ir preso, o que lo puedas enviar a la silla eléctrica.
Que un estado pueda denunciar un tratado significa que unilateralmente el Estado puede retirarse del tratado internacional.
¡Ah, buenísimo! ¿Dónde tenemos que hacer la denuncia?
No, las cosas no son tan fáciles. En el caso del PSJCR, el estado denunciante tiene que dar un preaviso de un año, informándole al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
¡Una pavada!
No, porque eso no es todo. En el inciso 22 del artículo 75 que transcribí anteriormente, dice en la última parte que para denunciar un tratado de este tenor por parte del Poder Ejecutivo Nacional, se necesitará antes la previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara
Y bueno, apretamos a los senadores y a los diputados, al poder ejecutivo, y vamos hacemos la denuncia, esperamos un año y modificamos el Código Penal para que todos los delitos tengan la pena de muerte, en especial cuando la víctima tiene como máximo dos grados de separación con un famoso y listo.
Mmmm…. Antes habría que analizar las repercusiones internacionales de denunciar un Pacto de este tenor. Que serían muchas. Y extremadamente negativas.
¿Qué tal si lo repensamos y buscamos otra manera de solucionar los problemas de inseguridad del país?
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domingo, marzo 15, 2009
Meta
Estoy en Roma. Entro a un bar, que es una construcción antigua (claro, es Roma) pero que está ambientado como en los años 60s. Lámpara de lava. Sillones retros, de esos que tienen forma de trapecio invertido. Luces bajas. Y una gran biblioteca. Llena de libros.
Me acerco y reviso los libros que hay. Saco uno, lo hojeo. Lo dejo en el lugar que estaba. Junto a "La insoportable levedad del Ser". Voy al baño. Me veo en el espejo, pero no soy yo. O al menos eso creo. Salgo del baño y vuelvo a la parte central del bar donde antes estaban todas las mesas vacías.
Ahora el lugar está lleno de gente. "¿Cuánto tiempo pasé en el baño?", no puedo evitar pensar. ¡Si ver mi no-reflejo había llevado sólo unos segundos! La gente comienza a bailar. Y yo hago lo mismo. Bailo. Bailo. Bailo...
Y de repente me despierto. Me doy cuenta que soñé con Roma. Me cuesta incorporarme. He dormido pero no he descansado. Pienso lo obsesionada que estoy con mi viaje para estar soñando con Roma. Con un bar de Roma. Con bailar en un bar de Roma. Me pregunto si encontraré un lugar similar cuando esté allá.
Salgo de mi habitación y le comento a mi amiga mi sueño. Ella me dice que es increíble lo obsesionada que estoy con mi viaje como para estar soñando con Roma. Con un bar de Roma. Increíble. Le cuento todos los detalles. Me dice que sería rarísimo pero buenísimo si encontrara un lugar parecido al que soné cuando esté allá.
Y me despierto.
Y me digo que estoy obsesionada con el viaje.
Me acerco y reviso los libros que hay. Saco uno, lo hojeo. Lo dejo en el lugar que estaba. Junto a "La insoportable levedad del Ser". Voy al baño. Me veo en el espejo, pero no soy yo. O al menos eso creo. Salgo del baño y vuelvo a la parte central del bar donde antes estaban todas las mesas vacías.
Ahora el lugar está lleno de gente. "¿Cuánto tiempo pasé en el baño?", no puedo evitar pensar. ¡Si ver mi no-reflejo había llevado sólo unos segundos! La gente comienza a bailar. Y yo hago lo mismo. Bailo. Bailo. Bailo...
Y de repente me despierto. Me doy cuenta que soñé con Roma. Me cuesta incorporarme. He dormido pero no he descansado. Pienso lo obsesionada que estoy con mi viaje para estar soñando con Roma. Con un bar de Roma. Con bailar en un bar de Roma. Me pregunto si encontraré un lugar similar cuando esté allá.
Salgo de mi habitación y le comento a mi amiga mi sueño. Ella me dice que es increíble lo obsesionada que estoy con mi viaje como para estar soñando con Roma. Con un bar de Roma. Increíble. Le cuento todos los detalles. Me dice que sería rarísimo pero buenísimo si encontrara un lugar parecido al que soné cuando esté allá.
Y me despierto.
Y me digo que estoy obsesionada con el viaje.
lunes, marzo 09, 2009
Exabrupto mental.
A la madrugada, me sentí una suerte Cruella de Vil, potencial asesina, cuando el bebé del asiento de adelante no paró de llorar (llorar es una forma de decir, el pibe estaba embolado y lloriqueaba para que jugaran con él) durante una hora y media. Me debatí entre madre o hijo o madre e hijo durante un rato, mientras trataba de pensar en otra cosa para conciliar el sueño.
No dudo que muchos de los que estaban en los asientos más cercanos pensaron lo mismo.
Sobre por qué no celebro el día de la mujer
Ayer recibí un par de mensajes, que no respondí porque no tenía ganas de discutir, de debatir. Además que los mensajes que recibí sé que fueron con buena onda. Pero la verdad es que ya estoy un poco cansada.
Pienso que el día de la mujer es una payasada, y me interesan que las reivindicaciones sean todos los días, con claro trato igualitario hacia la mujer en todos los ámbitos.
Que un día al año, me regalen una flor (por suerte este año no sucedió), o me manden un mensaje o un mail, por el sólo hecho de ser mujer (que no es un mérito, ni un talento, ni nada, es una simple cuestión de cromosomas), no me interesa.
Lo que sí me interesa, por ejemplo, es que me paguen lo mismo que a mi colega (hombre) del escritorio de al lado.
8/3/2007
8/3/2006
8/3/2005
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sociedad
viernes, marzo 06, 2009
The World is a Handkerchief
Pruebas contundentes de que el mundo es un pañuelo (y de los chicos):
- Conocer a alguien en Pipa, Brasil, y encontrarlo en un bondi en Buenos Aires, un mes después;
- Estar pasando las vacaciones de invierno en Buenos Aires, y encontrarme a mi profesora de plástica en Galerías Pacífico.
- Hacerme muy amiga de una chica en Buenos Aires que resulta ser la ahijada del padre de una de mis mejores amigas de Bahía Blanca.
- Que una de mis mejores amigas de acá, conozca sólo a una persona en mi ciudad natal, y que esa persona resulte ser la ex de una de mis mejores amigas del secundario.
- Que una de las personas más odiosas de la oficina, cuando se enteró que era de Bahía Blanca, me dijese "Ay, la novia de mi sobrino es de ahí..se llama Pirulita", y a pirulita la conocí a los 10 años en una colonia de verano, y me la volví a encontrar en el secundario.
- Salir en una revista y que tu mejor amiga de la adolescencia, a quien no ves desde que terminaste el secundario, haya salido también, a un par de páginas de diferencia.
- Caer en un blog por casualidad, postear un par de veces, intercambiar mails y descubrir que a tu interlocutora la conocés haca rato.
- Conocer a alguien en el hostel en una ciudad, para coincidir, nuevamente, en otro hostel, en otra ciudad, varios días después.
- Seguir un blog y que una amiga te comente que el primo de su novio es el autor.
- Estar en un hostel, charlando con un vecino de habitación, hablando de la habilidad para los idiomas, y que te cuente que conoció el día anterior a un chico que habla un montón de idiomas, ¡incluso esperanto! y a ese chico lo conociste a 1000 km de distancia como dos semanas antes.
- Estar en el recital de Roger Waters y encontrarme con un grupo de conocidos, que habían viajado exclusivamente a Buenos Aires para el recital y a quienes no veía desde hacía un par de años.
- Incontables encuentros en colectivos, subte y lugares inimaginables con conocidos, amigos y familiares.
- Conocer a alguien en Pipa, Brasil, y encontrarlo en un bondi en Buenos Aires, un mes después;
- Estar pasando las vacaciones de invierno en Buenos Aires, y encontrarme a mi profesora de plástica en Galerías Pacífico.
- Hacerme muy amiga de una chica en Buenos Aires que resulta ser la ahijada del padre de una de mis mejores amigas de Bahía Blanca.
- Que una de mis mejores amigas de acá, conozca sólo a una persona en mi ciudad natal, y que esa persona resulte ser la ex de una de mis mejores amigas del secundario.
- Que una de las personas más odiosas de la oficina, cuando se enteró que era de Bahía Blanca, me dijese "Ay, la novia de mi sobrino es de ahí..se llama Pirulita", y a pirulita la conocí a los 10 años en una colonia de verano, y me la volví a encontrar en el secundario.
- Salir en una revista y que tu mejor amiga de la adolescencia, a quien no ves desde que terminaste el secundario, haya salido también, a un par de páginas de diferencia.
- Caer en un blog por casualidad, postear un par de veces, intercambiar mails y descubrir que a tu interlocutora la conocés haca rato.
- Conocer a alguien en el hostel en una ciudad, para coincidir, nuevamente, en otro hostel, en otra ciudad, varios días después.
- Seguir un blog y que una amiga te comente que el primo de su novio es el autor.
- Estar en un hostel, charlando con un vecino de habitación, hablando de la habilidad para los idiomas, y que te cuente que conoció el día anterior a un chico que habla un montón de idiomas, ¡incluso esperanto! y a ese chico lo conociste a 1000 km de distancia como dos semanas antes.
- Estar en el recital de Roger Waters y encontrarme con un grupo de conocidos, que habían viajado exclusivamente a Buenos Aires para el recital y a quienes no veía desde hacía un par de años.
- Incontables encuentros en colectivos, subte y lugares inimaginables con conocidos, amigos y familiares.
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