miércoles, abril 20, 2005

Azul, como la lata

Daniel estaba aburrido, así que decidió salir a caminar. Mientras camina, canta por lo bajo. Tiene buena voz y lo sabe. Es una de esas personas que disfruta oirse a sí mismo. Así que va cantando (no tan por lo bajo en realidad ahora que lo escucho bien):
"Mustang Sally, guess you better slow your mustang down.
Mustang Sally, baby , guess you better slow your mustang down.
You've been running all over the town .
Oh, I guess I'll have to put your flat feet on the ground".
En una esquina, le llama la atención que hay dos autos parados cuando el semáforo indica que pueden seguir (Educación Vial, Tomo I, página 225), y luego ve que la puerta del torino está abierta. Y luego ve que hay dos personas en el otro auto. Y luego ve...No puede ver mucho más porque el Fiat Uno tiene vidrios polarizados.
Hay personas que se divierten en serio - piensa.
Cruza la avenida, y patea una latita que hay en el camino.
Hace toda una cuadra haciendo jueguitos y cantando "All you want to do is ride around Sally, ride, Sally, ride"...
Cuando la lata queda fuera de su alcance, disminuye el paso y se dice a sí mismo que se tiene que comprar un auto. Si es uno azul metalizado con vidrios polarizados, mejor.

Para leer la première de Daniel, hacé click acá.

Para saber qué hizo unas horas antes, acá.

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