lunes, abril 11, 2005

La vida privada

Daniel se tomó un taxi en la terminal. Llevaba un bolso relativamente chico, así que lo subió con él adelante.
Una vez que le dijo al conductor la dirección a donde quería ir, prendió el reproductor mp3, se puso los audífonos y se relajó, apoyando completamente su espalda en el asiento trasero del taxi casi nuevo.
A Daniel le cuesta relajarse. Y él sabe que es porque vive una farsa.
Su trabajo consiste en vivir una mentira.
Mientras escucha "Romeo y Julieta" de Tchaikovsky, ve como pasan los edificios delante suyo...O mejor dicho como él pasa por delante de los edificios...
Aprovecha estos momentos de paz de mental para desconectarse del laburo.
De repente, sucedió lo inevitable: el taxista prendió la radio y puso cumbia muy alto, miró a Daniel con cara cómplice y le dijo : - No te molesta, no?.

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