viernes, abril 22, 2005

Viaje

Alguien me preguntó cuál es mi viaje preferido. Cuál de todos los viajes que he hecho me gustó más. Y yo le mentí. Le contesté lo que él considero, creo, una trivialidad...Pero ahora tengo ganas de contar la verdad...
Fue hace mucho tiempo....un día gris de noviembre, cuando la primavera no estaba convencida de sí misma (suele tener problemas de autoestima) y el verano se oculta aún en otra parte del globo, cuando mi mejor amiga me hizo una invitación.
Íbamos a colegios distintos...En el de ella estaban organizando un viaje muy especial y permitieron que cada alumno invitara a una persona ajena al establecimiento.
Y ella me invitó a mí.
Debo reconocer que dudé. No era mi estilo de viaje.
¿Retiro espiritual organizado por un colegio católico? Ni loca.
Pero pensé que podía llegar a ser divertido convivir con mucha gente, toda de mi edad...Así que fui.
Salimos un viernes a la tarde, desde la puerta de su colegio, en varios colectivos.
Llegamos al lugar dos horas más tarde.
En el camino, cantamos un repertorio variado de canciones bastante inocentes porque estabamos bajo la supervisión de una monja. Uno de los chicos se ánimo con "Knocking on Heaven's Doors" pero no hubo quórum.
La cuestión es que llegamos.
El complejo (no uno de los míos, me refiero al lugar) estaba constituido por tres edificios muy grandes, conectados por caminos protegidos por arboledas.
Uno de los edificios era para los chicos, otro para nosotras y el tercero era el recreativo.
A parte, había cancha de tenis, basket, fútbol, bochas y no me acuerdo ya que más...
La cuestión es que yo fui con toda la intención de pasarla bárbaro,reirme mucho y hacer unas escapadas planeadas en el viaje con un par de chicos de la otra división.
Pero no pasó nada de eso.
Entre las arboledas, misas varias y silencios eternos, yo descubrí la existencia de algo superior.
Estaban todos durmiendo en la noche del sábado, y yo, al tener hábitos noctámbulos no podía pegar un ojo, así que decidí salir a caminar.
Afuera estaba muy oscuro. Era un cielo sin luna...
Yo empecé a caminar un poco...y ahí fui cuando pasó.
Ahí fue cuando tuve mi revelación.
Vi una luz blanca.
Después de varios colores.
Segundos más tarde me di cuenta que era un platillo volador.
Hizo un juego de luces que me dejó maravillada y se desvaneció en el aire.
Pero lo ví.
Me fui a acostar extasiada por mi descubrimiento. Se me había revelado algo que nunca hubiese creido si no lo veía!
No podía esperar hasta que se hiciera de día para contarlo.
El día se hizo, y nadie me creyó.
Me hicieron comentarios del estilo "te tomaste el retiro espiritual muy en serio".
Una monja me dijo, por lo bajo, blasfema.
Pero no me importó, yo ya sé la verdad.
Ahora sólo espero la señal para que mis amigos sectarios y yo seamos solicitados por el planeta KSls3, y así renunciar a la vida terráquea e ir con nuestro verdadero Señor.
Ah! Y este fue mi viaje favorito!





Dedicado al disco de los Rolling Stones y/o canción de R.E.M.

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