Ella había descubierto su don desde pequeña. Y había perfeccionando su talento a lo largo de los años.
Había encontrado el punto justo, el equilibrio, la cantidad adecuada.
Pero lo que había empezado como un descubrimiento de sus propias capacidades, había resultado una especie de manía.
Esta manía no puede ser calificada de grave, pero sí de rara. Al igual que el talento.
María tiene un gran talento/manía.
Al rato de estar hablando con Lucy, sacó de su cartera un pomo, y vertió cuidadosamente sobre su mano un poco de su contenido.
Lo desparramó con mucha destreza, cubriendo toda la palma.
En algunos sectores puso más cantidad. Pero todo, en este arte tiene su razón.
Lucy, ya está acostumbrada a ver a su amiga haciendo esto, así que no se inmuta.
A los de la mesa de al lado no les parece tan normal y miran extrañados. El procedimiento que lleva a cabo María les resulta familiar. ¿Acaso ellos lo han hecho alguna vez?
Ella apoya la mano sobre la mesa, la palma hacia arriba. Y sigue hablando, como si nada.
Cuando pasan unos minutos, desprende cuidadosamente, con la maestría de alguien que viene haciendo lo mismo hace mucho, la especie de piel que se formó sobre su mano. Logra hacerlo en una pieza.
Ve a trasluz como en esa piel han quedado registradas todas las marcas de su mano, hace un bollo y lo tira al cenicero.
Después, guarda la plasticola en el bolso y sigue hablando con Lucy...
Para saber qué estaban haciendo hace un rato María y Lucy, hacé click acá.
Había encontrado el punto justo, el equilibrio, la cantidad adecuada.
Pero lo que había empezado como un descubrimiento de sus propias capacidades, había resultado una especie de manía.
Esta manía no puede ser calificada de grave, pero sí de rara. Al igual que el talento.
María tiene un gran talento/manía.
Al rato de estar hablando con Lucy, sacó de su cartera un pomo, y vertió cuidadosamente sobre su mano un poco de su contenido.
Lo desparramó con mucha destreza, cubriendo toda la palma.
En algunos sectores puso más cantidad. Pero todo, en este arte tiene su razón.
Lucy, ya está acostumbrada a ver a su amiga haciendo esto, así que no se inmuta.
A los de la mesa de al lado no les parece tan normal y miran extrañados. El procedimiento que lleva a cabo María les resulta familiar. ¿Acaso ellos lo han hecho alguna vez?
Ella apoya la mano sobre la mesa, la palma hacia arriba. Y sigue hablando, como si nada.
Cuando pasan unos minutos, desprende cuidadosamente, con la maestría de alguien que viene haciendo lo mismo hace mucho, la especie de piel que se formó sobre su mano. Logra hacerlo en una pieza.
Ve a trasluz como en esa piel han quedado registradas todas las marcas de su mano, hace un bollo y lo tira al cenicero.
Después, guarda la plasticola en el bolso y sigue hablando con Lucy...
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